El caco del Obradoiro

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Este es un de Las cuatro esquinas que Federico Jiménez Losantos dedico al Códice Calixtino. En el nos habla del ladrón y como andaba por la Catedral Compostelana. Este artículo fue publicado el sábado en el diario El Mundo.

Un año después del robo del Códice Calixtino en la catedral de Santiago, ha caído el ladrón: se llama Manuel Fernández Castiñeiras y ya está en la cárcel junto a su mujer y su hijo. Pero no estamos ante un ladrón corriente. Castiñeiras, electricista del grandioso templo durante años, llevaba una década robando por la Catedral como Pedro por su casa. Desde que fue despedido en 2005, porque el año anterior vieron que faltaba dinero, el caco del Obradoiro llegaba con su mochila a misa cada mañana y la llenaba con lo que le parecía. En su garaje, la policía encontró el Códice y siete copias, fórmula habitual en el hampa para vender a coleccionistas privados lo que nunca podrán exhibir ni denunciar. También había otras piezas robadas, un millón de euros y una copia de la llave para acceder a las reliquias.



Fuentes del arzobispado han dicho que Castiñeiras siempre fue el principal sospechoso y que, tras el robo, dejó de comulgar. ¡Sacrílego y piadoso Castiñeiras! Rajoy quiere devolver personalmente el Códice y explicará por qué la Policía tardó un año en encontrarlo. O no.